lunes, 6 de abril de 2015

"Mi corazón entiende tu corazón"...



"Mi corazón entiende tu corazón"...

Esas fueron las palabras que más me marcaron cuando falleció mi mamá. Me las dijo una amiga que había pasado por lo mismo con su padre hace poco.

Me quedaron dando vueltas en la cabeza.. aún lo hacen.


"Mi corazón entiende tu corazón"...



Un familiar de alguien que quiero mucho falleció. Ahora, 9 meses (y un día) después de la partida de mi mami, me tocó decírselas a alguien. Hoy pensé en el gran significado de estas palabras. No es lo mismo decir "te acompaño en tu dolor" o "me imagino como debes sentirte"... Aunque esas palabras son ciertas y quien las dice lo siente, a veces también las dicen por compromiso y eso es entendible porque no todos saben como te sientes, o no saben qué más decir. No es su "culpa".

Pero "Mi corazón entiende tu corazón": Estas palabras son diferentes. Son, de alguna manera, más especiales... sé que quien me las dijo lo hizo porque es verdad... El corazón de esa persona pasó por algo como lo que yo pasé y ese corazón entiende al mío.

No existe un manual para llevar un luto. NADIE sabe lo que va a hacer, decir o sentir, hasta que lo hace, dice o siente. Por lo menos eso me pasó a mi. Eso me pasa a mi.

Mucha gente tendrá opiniones, consejos, críticas buenas y malintencionadas también (porque a la gente le ENCANTA criticar)... pero eso no es importante. Lo importante es sentir. Es permitirse sentir: tristeza, soledad, rabia, pena, desamparo, impotencia,... la lista es interminable. Pero es importante sentir cada una de esas sensaciones. En mi caso, sentí y sigo sintiendo muchas de ellas. No entiendo aún, no me acostumbro aún, a no tener el abrazo de mami, sus besos, sus caricias, sus consejos... su puteadas! Su compañía. Ella y yo, somos y seremos para siempre, almas gemelas. Extraño su risa y su voz... esa voz única que me acompaña en mi conciencia, en mi cabeza, pero que quisiera escuchar a mi lado diciendo "Eileencita... mi bebé, mi Lin Yoyé", que declame "El Vino" y que cante y ría, una vez más... Qué voz.

A veces sentía que no quería vivir. Le pedía a Dios que no me dejara despertar al día siguiente. Que estaba lista para pasar al "otro lado". Que nada ni nadie eran tan importantes y que lo único que quería era estar junto a ella, mi Ma.

Estaba perdida y sola... mucho.

Pero con el tiempo, he empezado a tener señales. A vivir de nuevo y más importante, a QUERER VIVIR. No es fácil, por lo menos no lo ha sido para mi, pero es algo en lo que trabajo y cuando pienso en eso, en mi camino se abren puertas a cosas que jamás pensé conseguir, pero que ahora están aquí. He aprendido a ser mi propia conciencia, a ir desapegándome de lo que "debo hacer o sentir" y a seguir mi corazón. Aunque no pueda asegurar que me voy a sentir feliz todos los dias o todo el día, HOY me siento feliz de estar viva, de tener familia y amigos que amo y me aman y de estar haciendo cosas que amo y encontrándome a mí misma, bajo mis propias reglas, a mi propio ritmo; a MI manera.

En fin, creo que sentí la necesidad de alguna manera de decirle hoy a todos mis amigos y familiares que han pasado por algo como lo que me pasó a mi, y a mis 2 amigos:

Aunque no vivamos esta experiencia de la misma manera, aunque no tomemos las mismas decisiones, aunque no seamos iguales: "MI CORAZÓN ENTIENDE TU CORAZÓN".

Gracias Mari por esas palabras que me marcaron para siempre. <3

Ma: nos veremos en mis sueños, en mis logros, en mis risas, en mi corazón... en el mar.


Eileen Akel C.

6 de abril del 2015.

1 comentario: